Según la última encuesta de SyM Consulting, el PP se alejaría de la mayoría absoluta en Castilla y León con el segundo peor resultado de su historia, solo por detrás del que obtuvo José María Aznar en 1987 al frente de Alianza Popular.
Los populares bajarían 2 puntos respecto a las elecciones autonómicas de 2015, lo que les acarrearía la pérdida de entre 5 y 10 procuradores en las Cortes. Corren además el riesgo de ceder la primera posición en Ávila a Ciudadanos y en León al PSOE. Los socialistas marcarían un nuevo mínimo histórico en porcentaje de voto al perder unas décimas y se moverían en una horquilla de entre 22 y 29 escaños frente a los 25 actuales. Ciudadanos registraría una notable subida de unos 8 puntos porcentuales que situaría a los naranjas en tercera posición con 14/18 escaños, consolidándose como llave de un nuevo gobierno. Podemos perdería la mitad de los apoyos que obtuvo en 2015, una caída que sería especialmente pronunciada en provincias como León, Burgos y Palencia, donde se convertiría en fuerza extraparlamentaria. La formación morada pasaría de 10 procuradores a 2 o 3, la misma horquilla que obtendría Izquierda Unida. La federación de izquierdas crecería en casi todas las circunscripciones y a su actual escaño por Valladolid añadiría uno más por León y posiblemente un tercero por Segovia. Los regionalistas leoneses de Unión del Pueblo Leonés estarían en el límite entre revalidar su escaño por esa provincia o perderlo.
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