El 23 de julio de 2023 se celebraron elecciones generales anticipadas en España. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, las convocó el 29 de mayo, un día después de que su partido fuera derrotado de los comicios autonómicos y locales.
La fuerza más votada fue el Partido Popular, si bien se quedó lejos de lo que avanzaban muchas encuestas. La formación liderada por Alberto Núñez Feijóo obtuvo 137 escaños, 48 más que en las elecciones de noviembre de 2019, y algo más del 33 por ciento de los votos.
El PSOE quedó por detrás de los populares a pesar de crecer hasta los 121 escaños y rozar el 32 por ciento de los sufragios. Con todo, fue un resultado mejor de lo esperado para Pedro Sánchez.
Vox se mantuvo como tercera fuerza política pero sufrió un fuerte retroceso. El partido de Santiago Abascal pasó de 52 a 33 diputados y perdió casi tres puntos porcentuales de apoyo popular. Sumar, por su parte, no alcanzó a reunir los apoyos que obtuvieron por separado en 2019 las formaciones que ahora integran la plataforma. La candidatura de Yolanda Díaz consiguió 31 escaños frente a los 38 que cuatro años antes lograron Unidas Podemos y Más País-Equo, incluido Compromís.
En cuanto a las fuerzas minoritarias y nacionalistas, EH Bildu pasó de 5 a 6 asientos en el Congreso. ERC perdió la mitad de su representación al quedarse con 7 diputados, los mismos que Junts, que cedió uno. El BNG mantuvo su escaño. Coalición Canaria y UPN, que se presentaron en solitario, obtuvieron un diputado. La CUP y Existe desaparecieron.
Con estos resultados electorales, ninguno de los bloques políticos (PSOE, Sumar y socios minoritarios por un lado, y PP y Vox por otro) obtuvo una mayoría suficiente para gobernar.